Los lattes pueden variar en sabor e ingredientes, pero el latte con leche ha sido considerado el tipo de café más popular en muchos países. Es el sabor que la mayoría de los amantes del café prefieren: una combinación de espresso, crema y leche caliente al vapor. No en vano, encabeza la lista de la mayoría de las cafeterías.

Según la temporada, la gente suele disfrutar de un plato caliente. Latte de calabaza y especias En otoño, una café con leche de malvavisco tostado en invierno y una refrescante mezcla de café, leche, fresas y hielo en verano.

Hoy hablaremos de los conceptos básicos de un buen café con leche: el espresso y la leche.

Agregar los dos ingredientes puede parecer simple, pero en realidad se necesitan algunas habilidades para preparar el espresso y calentar la leche a la temperatura adecuada.

Hay algunos trucos que debes seguir para obtener un buen espresso: usa siempre granos de café recién horneados, elige un tamaño adecuado de café molido y presiona bien al prensar para obtener mejores resultados. A todos nos encanta que el espresso tenga una buena crema, y ​​uno de los requisitos más importantes es la frescura de los granos. ¿Te preguntarás qué tan frescos? Recomendamos moler y usar los granos de café el mismo día de su horneado, o como máximo en un plazo de dos semanas.

En cuanto a la leche, puedes usar una variante según tus preferencias. Puedes preparar un latte con leche de vaca, de almendras, de soja, de avena o de coco: las opciones son infinitas y se adaptan al gusto de cualquier amante del café.

Al preparar el latte, conviene calentar la leche con antelación. Vaporízala con una vaporera o en una cacerola a fuego medio-bajo. Esta es la forma tradicional de espumar la leche, pero siempre funciona de maravilla.

Un consejo para quienes prefieren la leche espumosa: pueden usar un batidor de varillas para crear espuma y batir la leche una vez que la cacerola empiece a soltar vapor y la leche empiece a hervir a fuego lento. También pueden transferir la espuma a su latte sujetándola con una cuchara mientras vierten la leche y luego verterla por encima.

¡Bienvenido por la propina y feliz preparación del café!